Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

REFLEXIÓN

Esta sección se me ocurrió para poder disponer de un espacio complementario a OBRA y CALA pero más flexible — abierto a los lectores, p.ej.—, aunque siempre orientado a «la poesía y lo poético», y, más en concreto, a aspectos como su sentido, la valoración de su calidad, la aproximación a otros poetas y poemas y a un amplio continuo de ideas o buenas prácticas, además de reflexiones stricto sensu (muestras de poetas nada o poco conocidos u olvidados, homenajes, entrevistas, análisis y ensayos sobre otras manifestaciones artísticas, relaciones de frases o versos notables, etc.). Se debe entender que, naturalmente, los conceptos de poesía y poeta son para mí hermanos de magia o mago acerca del arte y el artista, y por ello tienen cómoda acogida en REFLEXIÓN.

[*Dada la escasez de apellidos Q, he debido apoyarme en una segunda P]

[Ver más en VIDA y SAL / SALudo]

Reflexión 1

Abecedario de escritores – Letra (P)+Q

  1. Presotto, Carmen Silvia (Poeta, ensayista, profesora) (Brasil, 1957)
    1) ('Nada sucede dos vece'): «Tu ala en mi jardín / llega como si fuese una pluma del Edén / me detengo, observo… // ella viene húmeda /ella viene con sal / corro a la piscina / veo el baño del pájaro / miro la jaula / él está allá // al final, / todo en sus contornos / miro al cielo / a tiempo de percibir un arcoíris en la luz.»
    2) (De 'Camino'): «Hay un tiempo / en el tiempo / que se hace claro // a mi tus ojos... // a los otros, // reflejo // espejo / mareas //camino es, tu poesia / en el horizonte...»
  2. Prilutzky, Julia (Poeta, periodista) (Kiev, Ukrania—>Argentina, 1912-2002)
    1) ('Cómo decir de pronto'): «Cómo decir de pronto: / tómame entre las manos, / No me dejes caer. Te necesito: / acepta este milagro, / tenemos que aprender a / no asombrarnos / de habernos encontrado, / de que la vida pueda estar de pronto / en el silencio o la mirada. / Tenemos que aprender a ser felices, / a no extrañarnos / de tener algo nuestro. / Tenemos que aprender a no temernos / y a no asustarnos / y a estar seguros. / y a no causarnos daño.»
    2) ('Tal vez no sepas nunca cuándo y cómo'): «Tal vez no sepas nunca cuándo y cómo / quise salvar mi amor, tu amor. El nuestro. / Una vez será tarde. / Yo presiento / esa herida que avanza, / ese cierto dolor de no querernos. / Cómo decirte ahora: / mírame aún, así, trata de verme / como soy, duramente. / Con mi ternura. Claro, y mis tormentas. / Cómo decirte: sálvalo, si quieres / y cuídalo. Se te ha ido de las manos, / se me va de la sangre y no regresa. / Cómo decirte que te quiero menos / y que quiero quererte como entonces. / Y que entiendas / y no te encierres más. / Y me dejes creer en ti, de nuevo. / Cómo decirte nada. / Un día será tarde. Tarde y lejos.»
  3. Pritam, Amrita (Poeta, escritora) (Gujranwala, Punjab, India hoy Pakistán, 1919-2005)
    (Poema dedicado al poeta compatriota Waris Shah): «¡Waris Shah! Te digo que hablo a tu tumba y añado otra página a tu libro del amor. / Una vez, una hija del Punjab lloró y te escribió a su larga saga; hoy lloran miles y claman por ti,Waris Shah. / Levántate, amigo de los afligidos; levántate y mira el estado del Punjab: cadáveres es-parcidos por los campos y el Chenab fluyendo lleno de san-gre. / Alguien llenó de veneno los cinco ríos y esas aguas riegan ahora nuestra tierra. / Han perdido la flauta: ¿dónde suenan ahora las canciones de amor? Los hermanos Ranjha ya no saben tocar. / Ha llovido sangre sobre la tie-rra, las tumbas rebo-san sangre y en los cementerios lloran los corazones de las prin-cesas del amor. / Hoy en día los Kaido se han convertido en ladro-nes del amor y la belle-za, ¿dónde podemos encontrar otro como Waris Shah? / ¡Oh, Waris Shah! Te digo que hablo a tu tumba y añado otra página a tu libro del amor.»
  4. Puebla, Marianela (Poeta, cuentista) (Valparaíso, Chile, 19xx)
    (De 'Obsesionada contigo'): «...Te dejas acariciar / y te consumo poco a poco. / No te dejo, te agoto, / te sigo noche y día. / Tengo una obsesión y cuando / no estás conmigo, mi tormenta / se deja caer precipitada y loca. / Caen mis dedos de agua por / toda la ciudad, como una lengua / voraz voy devorando tus pisadas, / la huella de tus pasos, / y te sigo más allá, / tempestuosamente, furiosamente, / te busco, te encuentro, te escondes / y estimulas mi apetito con más ansiedad. / No temes y sales a mi encuentro, / abres tu pecho al viento / para que lama la fiebre de mi asedio...»
  5. Pulido, Blanca Luz (Poeta, ensayista) (México DF, México, 1956)
    1) (Del fuego'): «Toda la noche vi crecer el fuego / y no pude tocarlo / ni sumarme a su encuentro luminoso. // Toda la noche supe de su danza / de su comercio con el viento / y no quise sumarme a su llegada / ni celebrar su magnífico retorno. // El fuego es la renuncia de las cosas / a su aspecto tenaz, a su dibujo. // Toda la noche vi crecer el fuego / y no conocí su voz / ni apré su llama. // Y aquí estoy // en este paisaje de cenizas.»
    2) ('Conjuro'): «Lo invisible gobierna lo visible: / así en el aire / el ansia de volar se encarna en ave, / así en la noche / el pálido sueño se ilumina / con resplandores ocultos de intenciones / que ausente calla el día. / Pero en secreto las sombras se complacen / en su desnuda oscuridad / y las palabras rotas / que abandonas calladas a su suerte / labran en las ficciones de la noche / tu inacabable hastío / y tejen innumerables y afanosas / tu antigua, tu legítima derrota.»
  6. Putrle Srdic', Jana (Poeta, publicista) (Liubliana, Eslovenia, 1975)
    ('Un domingo'): «Vi cinco películas y mientras tanto / me comí todos los caquis. / Segedin, pan con manteca, rábano picante / y aceitunas. Nicholas Cage en una copia / mala de El cielo sobre Berlín. / Cambiamos la cama con unas sábanas / amarillas, sexo. Enteros estamos rodeados de caricias, / cabellos, olores, piel, lenguas. No, no necesito / que me lleves al cine, prefiero ir caminando. / De repente Jure, / una sonrisa, juntos nos sentamos entre las filas / vacías. En la película fuman mucho y todo queda / sin decir. / Encendemos cigarrillos, él sigue enamorado, / le digo que ahora estoy sola en el departamento / y que me gustaría tener una cama más grande, nos despedimos al caminar. / Lo que más recuerdo es el viento entre los dedos, / las gotas de lluvia en la piel entre los cabellos, / el piar de los pájaros a la una de la madrugada. / El zumbido constante del rótulo eléctrico / sobre el restaurant ahora para mí es el hogar. / Todo esto. Todas las cosas que me llenan.»
  7. Quandil, Fatma (Poeta, dramaturga) (Egipto, 1958)
    1) (De 'Fragmentos'): «Como pude amar a un hombre como a una estrella negra / que me desnuda de todos aquellos hombres que amé, / y que no me deja nada de nada / excepto la alegría de los huérfanos.»
    2) (De 'Fragmentos'): «¿Por qué ingresas en la escena familiar / como el agua que se desborda de una jarra?.»
    3) (De 'Fragmentos'): «Todos los días / mientras viajo en el tren rápido / veo pasar veloz la misma fachada / de una casa maltrecha / que tiene una escalera de madera / inclinándose sobre ella, / y una puerta de hierro corrugado / que siempre está abierta. / Todos los días / hasta que se convirtió en mi hogar.»
  8. Quevedo Rojas, Aleyda (Poeta, periodista) (Quito, Ecuador, 1972)
    1) (De 'Cambio en los climas del corazón': 'Poema 7'): «Los jadeos / empañando / eléctricamente / la puerta cerrada / Laten / nalgas / y forman arcos / Una repentina / calma / reposa / sobre las cabelleras / Pulsan / sus sexos / húmedos y tibios / Otra vez / los jadeos / los arcos perfectos de las nalgas / El cansancio / que produce / la agitada posición / Y la calma / final / que abre la puerta.»
    2) ('Haiku de los pájaros'): «Cuidaré tus pájaros / pero me niego / a hacer el amor en la jaula.»
    3) ('Evocación'): «"En el sopor de la tarde / miro mi casa llena de fotografías // Las cosas / se desgastan / como el amor que te tuve / o el color de aquellas fotos.»
    4) ('Poema de Cavafis'): «Despacio / sueltas tu calor / Tu lengua / ejerce la función / para la que fue creada / y cumples con el acto / de volverme animal sensible / tan parecido / al poema infinito / que escribiera Cavafis.»
  9. Quiñónez de Tock, Delia (Poeta, profesora, agente social) (Guatemala, Guatemala, 1946)
    ('Otra vez el amor - 4'): «Si intentaras abarcar / con la mirada / toda la tempestad / que nubla mis sentidos, / tú —pequeño dios errante—, / dudarías entre el llanto / y la rabia / de tus ojos vencidos. / Y acaso / náufrago indeciso, / querrías compartir mi tempestad, / en este universo donde el calor / y la furia de mis besos, / te dejaran —apenas—, / sensación, / olor, / quietud de olvido.»

Reflexión 2

ABECÉ de MUJERES POETAS – Letra Q

Marta Quiñónez

MARTA QUIÑÓNEZ - Vida y poemas

(Apartadó, Antioquia, Colombia, 1970)

Reflexión 2

Con la primera versión de la sección Reflexión-2, continente y contenido, he procurado ser tímido —ineficaz el exceso— para evitar desorientar a los improbables lectores con cambios continuados o bruscos. Así, estuve una buena temporada trabajando sobre entrevistas que llamaban mi atención entre personajes de la poesía o del arte en general; después fue surgiendo una euforia tranquila hacia el maestro poeta Gamoneda, al cual dediqué un gustoso esfuerzo al respecto de su sublime y largo poema Descripción de la mentira. Y ahí sigue estando, como todo lo demás, bajo la doble colección de ya más de un mes de meses bajo el botón pulsable de Ir a reflexiones anteriores.

Mediado 2012, creí que era el momento de un nuevo derrotero, esta vez de más larga duración —si el cuerpo aguanta— y siguiendo una vía semejante a la que viene indicando la sección Reflexión-1, la del abecedario. Por otro lado, mi corazoncito me venía reclamando hacía tiempo una complementaria dedicación a la mujer —la mujer poeta— que ayude a suavizar el abundante defecto histórico y, a la vez, me sirva para reconocerle su general valía y sus aportaciones en este campo de la creación. Y, naturalmente, sirva de agradecimiento especial a mis lectoras, que asombrosamente son más de una.

Esa es la razón de que el 1 de julio de 2012 haya iniciado, como Reflexión-2 el ABECÉ de Mujeres Poetas, que espero completar de la A a la Z, desde una selección posible de autoras y textos. Para cada letra iré buscando lo que entienda más oportuno y accesible, desde la primera, Anna Ajmátova, y las sucesivas (ver Ir a reflexiones anteriores). Espero que la siguiente elección resulte óptima (mi preferencia es elegir poetas en español, pero algunas letras se resisten y/o me vencen mis devociones).

Fuentes: Mi propia documentación y páginas varias de internet, entre ellas:
«poetassigloveintiuno.blogspot.com/2012/07/7314-marta-quinonez.html
«http://www.reddebibliotecas.org.co/Noticias2012/Paginas/martaquinonezpoesiaquenace.aspx»
«http://juglarypoeta.blogspot.com.es/2011/02/marta-quinonez-su-poesia-es-un-gesto-de.html»
«http://martaquinonez.blogspot.com.es/2012/07/poemas-del-libro-conversaciones-en.html».
Selección y comentarios: Xoán A. Leiceaga Baltar

Vida de Marta Quiñónez

Marta Quiñónez nació en Apartadó, Antioquia–Colombia, en 1970, aunque vive en Medellín hace más de veinte años; en esta ciudad viene participando en muchas de sus actividades literarias, por ejemplo en conversatorios, en recitales, en las Ferias del Libro y la Cultura, etc.; en el año 2000 estuvo en África, en el Festival Itinerante de Poesía de Islas Comores, y a lo largo de este siglo llevó su itinerancia activa por muchos países latinoamericanos. Como psicóloga social y filóloga que es, estima que esa formación no le ha aportado mucho a su verdadera pasión, la poesía. "La academia no me enseñó a escribir, las que verdaderamente lo hicieron fueron la vida y la calle", comenta esta mujer que construyó parte de su obra observando y recorriendo a Medellín: “Medellín es la ciudad que me ha permitido vivir de mi mayor deseo, que son la escritura y la lectura”.

Un número de lectores y críticos calificaron de singular y llamativo el modo poético que tiene Marta de expresarse. La poesía acontece en la vida de esta mujer como un oráculo; inquisitiva y de mirada inquietante, se refiere a la mayoría de integrantes de la sociedad como ‘esclavos modernos’. En sus poemas, minimiza su existencia y deja traslucir su consideración general de los humanos como un pozo de contradicciones. En sus poemas, pues, es constante la crítica a la humanidad: “Parece que la sociedad se hubiera confabulado con la miseria”. Habla de un mundo sin sentido e injusto, se declara anarquista y afirma que su poesía es ‘esquizofrénicamente social’: “Yo no elegí a la literatura, la literatura me eligió a mí”, afirma. En sus poemas subyace, crudamente, una historia de mujer que cuenta cosas de otra mujer, con sus conflictos, con sus sueños y sus frustraciones; y es muy de agradecer la honestidad de esa visión de la especie, referida a muchas de las dificultades que encontramos en la vida: campanadas de alerta. Técnicamente, en sus poemas busca la transpiración, el ritmo que precisa para profundizar en su crítica al dolor, como gestos de libertad que señalan sus heridas y las heridas en general; el resultado es su estilo de versos breves como puños, y hondos con letras no rebuscadas pero que se clavan.

«Aunque algunas circunstancias hayan cambiado, poco o mucho, me parece oportuno, subir una declaración personal, pero pública (está en la red), escrita por ella hace unos años y que no precisa de comentarios: «Soy Marta nacida de Berta, tengo por hermanos a Verónica, José, Carlos, Jaqueline, Jesús; casi todos, desde mi madre hasta Verónica, último vestigio de su soledad, tenemos nombres bíblicos, no puestos al azar, si no al futuro... Por lo demás hago lo que hacen la mayoría de los esclavos modernos; cantar, reír, odiar, amar, envidiar a uno que otro prójimo, estudiar; por cuenta de este último oficio la sociedad me ha dado el título de Psicología que no me ha servido ni para escribir un poema, estoy a punto de obtener otro en Letras, Filología Hispánica, aunque no me enorgullezco de ello, solo ha sido una manera entretenida de vivir mientras llega la que sabemos; he probado muchas otras formas y ninguna me gusta, ni siquiera el sexo. En el amor monogámico ya nadie cree, ni yo, aunque como todas las mujeres soñé con él, sueño perdido. Para continuar mi carrera hacia una muerte, estudio Traducción, en lenguas inglesa, francesa y española. ¿Cómo le parece mi prontuario delictivo para el mundo laboral esclavista? Lo mejor de todo es que no tengo ojo de vida para entregarme voluntariamente a los contratistas modernos que en otras épocas se llamaban esclavistas... La poesía acontece en mi vida como un oráculo; soy la pitonisa de mi propio templo, al que nadie ingresa, misas sagradas acontecen allí, en el nombre de cada cosa que dispone la memoria, y ahí ejerzo toda mi sabiduría ancestral: "Tengo recuerdos de dioses en mi canto, exaltada de porvenir no escribo, exaltada de pasado escribo". Esa soy yo, no me he ganado nunca un premio, pues como ya me dijo un sabio poeta de Envigado: "Usted no escribe poesía para concursos, usted escribe una poesía demasiado sincera y nadie quiere premiar poesía que salga del fondo del dolor" y yo le creo por pura experiencia. Estoy terminando un libro que se llama "Las nacidas del... " para ver si logra un acercamiento a la conciencia corrompida y malsana de los jurados de poesía y les toco aunque sea una güevita —tú sabes, en este mundo donde uno está de más, el dinero, nuestro dios, no está de más —aunque es difícil domesticarlos en la libertad, son esclavos domesticados de un engranaje perfecto, lacónico y decadente […] Y dios me libró de haber sido bella e inteligente, "solo soy un pedazo de pan que nadie quiere morder"».

Obra poética de Marta Quiñónez

Continente Mohíno (Ed. MQ, Medellín, 1996)
Noctívago (Ed. MQ, Medellín, 1998)
Acantilado (Ed. MQ, Medellín, 1999
Abecedario de Eximición (Ed. MQ, Medellín, 2000)
Eva (Ed. MQ, Medellín, 2001)
Kartalá (Ed. MQ, Medellín, 2002)
La Trinidad (Ed. Univalle, Medellín, 2004)
Arcanos (Ed. MQ, Medellín, 2006 y 2007)
No (Ed. MQ, Medellín, 2010)
La sal (Ed. MQ, Medellín, 2011)
Conversaciones en Comala (Ed. MQ, Medellín, 2012)
Dame tu canto / Ciudad (Alcaldía de Medellín, 2013)

DIECISÉIS poemas de Marta Quiñónez

De KARTALÁ: Supe

Supe del miedo
rostro inconcluso
detrás de la pupila
pluma dispuesta
al azar del viento

Beso que no fue beso de amor
sino de odio
supe de ti lejanía escrita
en el primer canto del sol

Supe del amor
sin rostro
y del dolor
de haber visto
el rostro del amor

No supe nada
de las canciones infantiles
pero ahora que tengo
de nuevo memoria

Recuerdo

Alguien me las cantó
hace ya

De KARTALÁ: Náyade

Náyade hecha de la belleza
del rayo
de la caída vertiginosa

Su nombre asoma
por las grietas
de la memoria

Alguien compone canciones
para recordarla
nadie muestra
sus ojos desorbitados
detrás del muro
en una ciudad abandonada

S…
todos los siglos
te recordarán
los hombres de la tierra
te cantarán

Dios sabrá
sostener tu belleza
en algún astro
luminosamente lejano

De KARTALÁ: Todas

Todas las séculas
que me acompañaron
se vuelven luz
todo es de una tonalidad
más clara

La era glacial de mi corazón
ha pasado
las hojas se mueven
al antojo del deseo

No claudiqué
Canto
a ratos soy feliz
amo un ser
que ama la sonrisa de mi faz

Escucho viejas melodías
todo puede pasar en este instante

Arriba todo reluciente
soy clara
e ingenuamente feliz

De ARCANOS: Trece

Vengo de sueños
sumergidos

Sueños donde anclan
las barcas
de mis posibles viajes

Anuncia el presente
la fatalidad
del futuro

Sumerjo mis anhelos
en agua salada
para salvarme
de la ignominia

Escucho atribulada
cantos de aves agoreras

medito el encantamiento
caigo en el vacío

Vivo alimentada
por mi propia
desesperación

De ARCANOS: Sesentaiuno

Existo en una mujer
desterrada de sí misma
festejo a una mujer
que semeja a mi destierro

Tengo rotos los vidrios
de la ventana

A qué le debo este mutismo
que me hace estallar
en la madrugada

De qué visiones he partido
y quién me ha maldecido
soy Abranox
como decir una virgen
que nadie alumbra
hija de la oscuridad

Tengo todo para morir

Aferrada
los muros del mundo
me sostienen

De ARCANOS: Sesentaiuno

Me quedo conmigo
así en el tiempo
no tenga más que miedos
y fortunas imaginarias
para darme

Me quedo
con mis brazos alas
mi cabeza medusa
mi tronco árbol

Me quedo con el olor
de mi sexo a la puesta del sol
con la armonía de mi respiración
con mi deseo

Me quedo
para que así los días
me sean propicios

De LA SAL: 13

el polvo del llano
aprisiona mis ojos
un hombre amputado por su miedo
me mira con lejana indiferencia
digo su nombre
el viento lo esparce
por los caminos

De LA SAL: 32

este no decir nombrando
esta vaciedad de las palabras
que lo contienen todo
alfabeto de silencios
he construido
alrededor de mi habitación

De NO: LXXX

No he llorado
sentada junto al muro
mas he escuchado
antes de venir
a la tormenta

El eco de las tempestades
no acosa a mis pies a la carrera
ni los postra
en el fango del camino

Sé de la visión y de la ceguera
sé lo que anuncian
los vientos de abril
las borrascas de diciembre
en países que he habitado

Sé de las piedras
y de las casas sin puertas
en que se han erigido

Sé de la huída
de la llegada

He visitado lejanos reinos
de esos reinos he tenido los reyes
como huéspedes en mi casa

Conozco el nido de pájaros ovando
y el reino de los lagartos

Sé lo que viene
con las penumbras

Lo que se va
con la claridad

De NO: LXXXIV

No es verdad
que a uno lo venza
lo agreste del aislamiento

Lo triste de la verdad
es que uno despierta
mirando un rostro
que ya no recuerda

Que la boca se abre
pronunciando nombres
de afonías
de polvo
de calicanto

Lo triste de la verdad
es que uno va por ella
como por senderos invisibles
y el amor es un pájaro
que vuela alto y canta

La vista nos llamea
no damos cuenta
de cuándo ese pájaro
ha muerto en nuestro adentro

De NO: LXXXV

No sé de la ruta
que conduce a otro cuerpo

Sé de la vía
que conduce al piélago
al ocaso
a las desilusiones

Sé de la luz
que arroja el sol
por mi ventana

Sé de la voz
que se instala en el alma
que dice
para siempre

Camino segura
hacia la nada

hacia la última dentellada

De CONVERSACIONES EN COMALA: 3

“Ya para entonces soplaban vientos raros…”
Juan Rulfo

El camino alarga la sentencia
los muertos se pavonean
detrás de la memoria
el olor de la ruda
espanta el olor
de la putrefacción del aire
apesadumbrada la pena
se vuelve roca
en la voluntad de quien la carga

De CONVERSACIONES EN COMALA: 37

“… el día desbarata las sombras”
Juan Rulfo

Teñidos por el alba
los temores
van saliendo de las casas
sin ventanas

la hierba seca del camino
se anuda en los pies

precipitados en medio del desierto
todo se va tornando
arena movediza

va siendo
un no decirse
un quedarse quieto

hay temblor
la marea va tomando
la forma de la destrucción

De DAME TU CANTO / CIUDAD: Huellas enterradas

Huellas enterradas
encuentro en la pisada

mis pies se hunden
para alcanzar la humedad
de los asfaltos

La calleja soñolienta
se impone a la vista de los insomnes

Amo el terror
que producen las sombras de luz
sobre los cuerpos muertos

inventan
una nueva caligrafía
de la ciudad

De DAME TU CANTO / CIUDAD: Sobre la atmósfera se extiende

Sobre la atmósfera se extiende
un color plomizo

El valle se hunde
en su propio fango
el fuego ha escondido su calor

Las colinas de derriten

El peso de la miseria
Abruma
Desgasta
horada la simiente

Todos los recortes se persignan

El invierno limpia y arrasa

Los ojos
tienen miedo
de nuevos
derrumbamientos

De DAME TU CANTO / CIUDAD: Abres los ojos y a borbotones

Abres los ojos y a borbotones
la vida llega hasta ti

la noche ha pasado inquieta
la afición ha huido de nuevo
por las rendijas del insomnio

ahuyento los malos augurios
cantando a capela
canciones que recuerdo

Todo lo amado
se ha esparcido en la neblina
que nos cubre generosa
canto como si no pasara nada

La vida bulle en su solo hervor

Transeúntes van y vienen
como si no pasara nada

Nada pasa

FIN de los poemas de Marta Quiñónez

Xoán A. Leiceaga Baltar, Diciembre de 2013