Xoán Leiceaga Baltar

POESÍA

REFLEXIÓN

Esta sección se me ocurrió para poder disponer de un espacio complementario a OBRA y CALA pero más flexible — abierto a los lectores, p.ej.—, aunque siempre orientado a «la poesía y lo poético», y, más en concreto, a aspectos como su sentido, la valoración de su calidad, la aproximación a otros poetas y poemas y a un amplio continuo de ideas o buenas prácticas, además de reflexiones stricto sensu (muestras de poetas nada o poco conocidos u olvidados, homenajes, entrevistas, análisis y ensayos sobre otras manifestaciones artísticas, relaciones de frases o versos notables, etc.). Se debe entender que, naturalmente, los conceptos de poesía y poeta son para mí hermanos de magia o mago acerca del arte y el artista, y por ello tienen cómoda acogida en REFLEXIÓN.

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Reflexión 1

Abecedario de escritores – Letra L

  1. Labé, Louise (Poeta) (Lyon, Francia, 1525-1566)
    ('Soneto XVIII'): «Bésame aún más, rebésame y bésame / dame uno de tus besos más sabrosos / dame uno de los muy tuyos amorosos / y te devolveré cuatro ardientes brasas. // ¿Te quejas? Ven, que ese mal dulce lo calmo. / regalándote otras nuevas diez dulzuras. / Así, mezclándose nuestros besos, dichosos / gocemos uno del otro a nuestro aire. // Así, doble vida surgirá en cada uno. / Cada uno de vivirá en sí y en el otro. / Permite, mi Amor, que piense en locuras: // Siempre estoy mal si vivo discretamente / y no alcanzo a sentirme contenta / si afuera de mí no huyo de vez en cuando.»
  2. Lahite, Ana Emilia (Poeta y más) (La Plata, Argentina, 1921)
    ('Mansedumbre'): «Qué ardua / qué serena / esta tristeza / de al fin dejarse estar a solas / con la sombra. // O ya sin ella.»
  3. Lahrash, Nouara (Poeta y periodista) (Sétif, Argelia, 1970)
    (De 'Caso de ausencia'): «Esta noche puesta sobre mi cabeza / me come lentamente, / considerándomeen el universo / una manzana mordisqueada / por la oscuridad aspirante / al techo del aburrimiento, / y luego, publicando mi bella foto / en los cuadros de la puesta de sol moral, / colgándola en árboles / hechos de detalles débiles y pálidos, / diciendo a los ángeles de la herida: / «esta bella herida / es mi seguridad y mi patria, / esta nube oscura / es mi gemido y mi nostalgia, / este techo solitario, extendido descampado, / es mi estatura y mi apocalipsis, / mi falta y mi culpable arrepentimiento, / me da un sentido / y me elimina...»
  4. L'Amar, Rocío (Poeta, abogada) (Concepción, Chile, 1964)
    (De 'No dejas de frotarme'): «... como una exhalación rota una inhalación que raja // abierta / abanicada / y no importa si ves o no cada centímetro de mi abdomen / si ves o no el primer trozo de himen ni siquiera las once manchas / los huesos que nunca tuve para contemplarme...»
  5. Lampe, Astrid (Poeta) (Tilburgo, Holanda, 1955)
    (De 'Casamiento arreglado'): «... revalorar con olor a nido cada trozo notorio de la tierra de acogida // y luego como si tal cosa / como un sello raro de correo / como una película clandestina / como un maldito archivo pesado y lento // descargar en mi rápido AirPort, anexar // • la última versión de la catedral de Colonia / • una mezcla de gorgoritos y almenar / • uno de esos lugares sacros silenciosos entre bautismo y muerte // así te haces rico...»
  6. Lardé de Venturino, Alice (Poeta y música) (San Salvador, 1895-1983)
    (De 'De solo imaginarme'): «Y después no comprendo, en la locura, / de este sueño de amor a que me entrego; / si es que corre en mis venas sangre pura, / o si en vez de la sangre corre fuego...»
  7. Lari, Leonida (Poeta, música) (San Salvador, El Salvador, 1895-1983)
    ('El ojo del pájaro'): «El ojo del pájaro todavía vivo / en la boca de la felina / me sigue / de día y de noche. / Por un momento he pillado / su destello de la vida / parpadeando con una llama espeluznante – / fue divino.»
  8. Lars, Claudia (Poeta) (Armenia, El Salvador, 1899-1974)
    ('Libro/Poema...'): «Cuando el clavel tenía / edad de tierna boca adolescente; / cuando el gorrión ponía / aleteos en mi frente, / él ya me daba su lección paciente.»
  9. Lasker-Schüler, Else (Poeta) (Ciudad, País, Fechas)
    (De '¡Viva!'): «Mi deseo hierve en la nostalgia de mi sangre / como vino salvaje que arde entre pétalos de / fuego. / Quisiera que tú y yo, nosotros, fuéramos una / fuerza, / que fuéramos de una sangre / y una consumación, una pasión, / ¡Una ardiente canción de amor de los mundos!»
  10. Lattke Valencia, Australia Elisa (Poeta) (Florida, Colombia, 1941)
    (De 'La importancia de decir... ¡Te amo!'): «La vida se pierde en cualquier momento / y la muerte con su hoz nos va segando; / inútil es pensar que va educando, / si olvidamos el fin del sentimiento. // Se está hecho del soplo de un aliento / de aquél primero que se da empezando; / debemos recordar, considerando, / ¿por qué nos hace un bien el sentimiento?»
  11. Lebron, Maybell (Poeta) (Córdoba, Argentina—>Paraguay, 1923)
    ('Sin jamás habernos visto'): «Sin jamás habernos visto / nos reconocimos; / y nuestras huellas fueron parejas, / y nuestras sangres forjaron hijos, / lloramos juntos nuestras tristezas, / juntos supimos de soles limpios, / y hoy, / sentados frente a frente, / nos miramos, / sin saber qué decirnos.»
  12. Lentini, Rosa (Poeta) (Barcelona, Cataluña 1957)
    1) (De 'El veneno y la piedra'): «¿Y qué carencia transforma / el precario aliento en poema / y se deforma y derrama / sólo en la página.»
    2) (Idem): «Pasado y futuro son un sonido / de raíces desasidas.»
  13. Levertov, Denise (Poeta) (Ilford, Inglaterra > EEUU, 1923-1997)
    ('Poema de Amor'): «Tal vez yo sea ‘la parte enferma / de una cosa enferma’ / tal vez algo / me ha atrapado / ciertamente hay una / bruma entre nosotros / y apenas puedo / verte / pero tus manos / Son dos animales que empujan / la bruma a un costado y me tocan.»
  14. Liking, Werewere (Poeta) (Ciudad, País, Fechas)
    ('De 'Profesión: Mujer'): «Ved a mis hombres entre mi piel, mis niños sobre la espalda / a mis pies mis hornos para colmar mi carga / y vaciarme de todas mis aguas. / Mi profesión es Mujer, como Dios / siempre se dice al contrario, pero siempre es invocado / soy yo la borrada de siempre exaltada / violada y ultrajada como Dios. / Mi profesión es Mujer, como Dios.»
  15. Lipska, Ewa (Poeta) (Kraków, Polonia 1945)
    1) (Poema 'Entre'): «Querida señora Schubert, me pregunto dónde viviremos Después. Después, es decir, donde antes estaba la fábrica que producía la vida de ultratumba. Será entre aquello que no hicimos y aquello que ya no haremos.»
    2) (Poema 'Aquí'): «Aquí mataron a mi esposa. / Aquí nació el Querubín. / Aquí asesinaron al Querubín. // Aquí espero a nada más. / Aquí la nieve que se funde. // Aquí la lengua de Goethe ceniza y polvo. / Aquí nadie vuelve cuando la vida continúa. // Aquí el tiempo encadenado / esposado al destino. // Gracias, no como mandarinas.»
  16. Lispector, Clarice (Poeta, escritora) (Tchetchelnik, Ucrania>Brasil, 1920-1977)
    1) (Reflexiones al escritor): «Escribir es una maldición que salva. Es una maldición porque obliga y arrastra, como un vicio penoso del cual es imposible librarse. Y es una salvación porque salva el día que se vive y que nunca se entiende a menos que se escriba.»
    2) (Idem): «El proceso de escribir es difícil, como llamar difícil al modo extremadamente prolijo y natural con que es hecha una flor.»
    3) (Idem): «Escribir es usar la palabra como carnada, para pescar lo que no es palabra. Cuando esa no-palabra, la entrelínea, muerde la carnada, algo se escribió. Una vez que se pescó la entrelínea, con alivio se puede echar afuera la palabra".»
    4) (Idem): «Escúchame, escucha el silencio. Lo que te digo no es nunca lo que te digo y sí otra cosa.»
  17. Litvinova, Natalia (Poeta) (Gómel, Bielorrusia>Argentina, 1986)
    1) (De 'Balbuceo de la noche'): «sola no puedo comprender la noche, / no tengo la visión del animal. // necesito otros ojos que hablen mi idioma / y me digan sí o no a lo que veo. // solo // sí o no.»
    2) (Idem): «cuando sopla el viento nocturno // el pájaro negro se eriza // sus alas se vuelven borrosas. // pronto caerá una luz / en su plumaje. // para convertirlo en estrella.»
    3) (Idem): «creí que debía acumular voces / para componer el grito exacto / y rozar con él todo lo que existe. / pero bastó con respirar.»
  18. Londoño López, Jenny (Poeta, socióloga) (Guayaquil, Ecuador, 1952)
    (Del Poema '¡Mea culpa, mea culpa, mea gravísima culpa!–V'): «Aferrada al olor de las especias, / al blanco de las sábanas, / a la sal suficiente, / a la mesa que se arregla y se deshace / una vez y dos veces y mil veces / y tantas, que termina reventando la palabra infinito, / se enajena, se dona, se olvida de vivir.»
  19. López, Guisela (Poeta, ensayista) (Ciudad de Guatemala, 1960)
    1) (De 'Anti Penélope'): «Es necesario / revertir el hechizo. // Ese / que borra a las mujeres / de los libros de historia, / de las esferas de poder, / de las antologías. // Ese / que las encierra / entre cuatro paredes / con solo / colocarles un anillo.»
    2) (De 'Como algunos humanos'): «Sin percatarse de la llegada de la noche, los topos continuaron // apretando los ojos y hablando pestes sobre la luz del día.»
  20. Lorde, Audre G. (Poeta) (Nueva York, EEUU, 1934-1992)
    (Poema '¿Quién dijo que era simple?'): «Tiene tantas raíces el árbol de la rabia / que a veces las ramas quiebran / antes del fruto. / Sentadas en Nedicks / las mujeres se reúnen antes de irse / charlando del problema de las chicas / que contratan para ser libres. / Un empleado casi blanco se salta / a un hermano que espera para atenderlas primero / y las damas nada observan ni rechazan / los placeres velados de su esclavitud. / Pero yo estoy limitada por mi espejo / tanto como por mi cama / veo causas en el color / tanto como en el sexo / y así me siento y me pregunto / qué de mí sobrevivirá / a todas estas liberaciones.»
  21. Lowel, Amy L. (Poeta) (Boston, EEUU, 1874-1925)
    (Poema 'Década'): «Cuando llegaste, eras semejante al vino tinto y a la miel / y el gozo de ti encendió mi boca con su dulzura. / Ahora eres como el pan de la mañana, / suave y placentero, / pero apenas te degusto, pues ya conozco tu sabor / y estoy completamente saciada.»
  22. Luna, Leticia (Poeta, ensayista) (México DF, México, 1965)
    (De 'Botón de lluvia', a las niñas de la calle): «I – Los desplazados desfilan / por tu memoria de patria pobre / y despojada / los muertos se levantan / no han sido enterrados. /// II – Araceli dormirá esta noche / de lluvia en la Alameda / tiene una alcantarilla en la mirada / un vidrio roto en el corazón / sus días son el rocío seco de hojas callejeras / exhalaciones fétidas de la ciudad amortajada.»
  23. Luna Carrera, Violeta (Poeta, ensayista) (Guayaquil, Ecuador, 1943)
    (Poema 'La hierba'): «Cuántas cosas que pude haberlas dicho / y no las dije. / Cuántas horas que pude disfrutarlas / y no fueron. / Cuántas letras que se quedaron sueltas / sin remedio. / Cuánta vida que pudo ser raíz / y es hoy astilla. // Por conservar las normas de algún juego, / por no poder salirme de las reglas / no pude ser gaviota / ni marinera espuma. / Y apenas me quedé como la hierba: / tenaz y humedecida.»
  24. Lundberg, Liv (Poeta, ensayista) (Bardu, Noruega, 1944)
    (Poema 'Visión'): «Una visión te visita / te encuentra en tu casa, en la cama, arropado, soñando / en las horas de frío / no está madura / te dice que es una visión acabada / más o menos / una creación consumada / que sólo necesita de una mano y un martillo / un poco de trabajo, unas horas de labor / para elevarse y permanecer de pie / más larga que una vida / fuera de los jardines de la realidad / sus pies de piedra apoyados en la hierba fragante.»
  25. Luque, Aurora (Poeta, profesora) (Almería, España, 1962)
    (Poema 'Azuloscuro'): «No sé si te parece paradoja / pero quizá no mienta si declaro / la inmensa inteligencia del deseo: / las lentas odiseas por tu cuerpo /en el sabio navío de la búsqueda / en todos los senderos tan exacto, / propicio a saturar, con islas encendidas, / las nostalgias antiguas. // Azuloscuro y sabio es el deseo, / lira que desde lejos obligase a la danza, / a componer un himno de latidos: / la sola inteligencia de vivir / en deseo perpetuo de naufragio.»

Reflexión 2

ABECÉ de MUJERES POETAS – Letra L

Dulce María Loinaz.jpg

DULCE MARÍA LOINAZ - Vida y poemas

(La Habana, Cuba, 1902 - 1997)

Reflexión 2

Con la primera versión de la sección Reflexión-2, continente y contenido, he procurado ser tímido —¿a qué excesos en poesía?— para evitar desorientar a los improbables lectores con cambios continuados o bruscos. Así, estuve una buena temporada trabajando sobre entrevistas que llamaban mi atención entre personajes de la poesía o del arte en general; después fue surgiendo una euforia tranquila hacia el maestro poeta Gamoneda, al cual dediqué un gustoso esfuerzo al respecto de su sublime y largo poema Descripción de la mentira. Y ahí sigue estando, como todo lo demás, bajo la doble colección de ya más de un mes de meses bajo el botón pulsable de Ir a reflexiones anteriores.

Mediado 2012, creí que era el momento de un nuevo derrotero, esta vez de más larga duración —si el cuerpo aguanta— y siguiendo una vía semejante a la que viene indicando la sección Reflexión-1, la del abecedario. Por otro lado, mi corazoncito me viene reclamando hace tiempo una complementaria dedicación a la mujer —la mujer poeta— que ayude a suavizar el abundante defecto histórico y, a la vez, me sirva para reconocerles su general valía y sus aportaciones en este campo de la creación. Y, naturalmente, sirva de agradecimiento especial a mis lectoras, que asombrosamente son más de una.

Esa es la razón de que el 1 de julio de 2012 haya iniciado, como Reflexión-2 el ABECÉ de Mujeres Poetas, que espero completar de la A a la Z, desde una selección posible de autoras y textos. Para cada letra iré buscando lo que entienda más oportuno y accesible, desde la primera, Anna Ajmátova, y las sucesivas (ver Ir a reflexiones anteriores). Espero que la siguiente elección resulte óptima (mi preferencia es elegir poetas en español, pero algunas letras se resisten o me vence alguna devoción).

Fuentes: Páginas varias de internet, entre ellas:
«http://es.wikipedia.org/wiki/Dulce_María_Loinaz
«http://cervantesvirtual.com/bib_autor/Loynaz/obra.shtml»
«http://biografiasyvidas.com/biografia/l/loynaz.htm»
«http://poetasyfrasesbellas.bligoo.es/poemas-de-dulce-maria-loynaz».
Selección y comentarios: Xoán A. Leiceaga Baltar

Vida de Dulce María Loinaz

María de las Mercedes (Dulce María) Loynaz Muñoz (La Habana, Cuba, 1902 - 1997), es una de las principales figuras de la lírica cubana y del dominio del idioma español. Mereció el premio Miguel de Cervantes en 1992. En el linaje de la Loynaz se entrecruzan conocidas personalidades cubanas, desde su propio padre, Enrique Loynaz del Castillo, poeta y General del Ejército Mambí a la destacada poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda. Ella y sus hermanos crecieron en un ambiente de enclaustramiento y lujo, pues no asistieron nunca a escuelas públicas ni privadas; los preceptores los educaron en su propia casa, situada primero en Habana Centro y luego en El Vedado. En la década de los años veinte realiza sus estudios en Derecho en la Universidad de La Habana hasta el doctorado en Leyes, aunque no haya llegó a ejercer profesionalmente.

A partir de 1920 realiza numerosos viajes, por Norteamérica y hacia 1930 por un buen número de países europeos (España, Turquía, Siria, Libia, Palestina, Egipto…) y latinoamericanos; es destacable la acogida que tuvo en las Islas Canarias. A raíz del triunfo de la Revolución cubana, la poetisa mantuvo un recogimiento propio de su carácter que la mantuvo aislada de la vida social durante largo tiempo en su casona de El Vedado, primando, parece ser, su actitud apolítica por encima de la esencia del nuevo régimen, lo cual le costó años de anonimato en su tierra. Recibió numerosas ofertas de España y EE.UU. pero nunca abandonó su país.

Publicó sus primeros poemas en La Nación en 1920 y fue galardonada en 1987 con el Premio Nacional de Literatura de Cuba, en 1991 el Premio de la Crítica y en España en 1992 el premio Miguel de Cervantes de España.

Obra poética de Dulce María Loinaz

Versos (Editora Nacional, Madrid, 1950)
Juegos de agua (Editora Nacional, Madrid, 1951)
Poemas sin nombre (1953 / Ediciones Hnos. Loynaz, 2000)
Últimos días de una casa (Editora Nacional ,Madrid 1958)
Poemas escogidos (Lecturalia, 1985)
Poemas náufragos (Editorial Letras Cubanas, 1991)
Bestiarium (Ministerio de Cultura de Cuba, 1991)
Finas redes (Hermanos Loynaz, 1993)
La novia de Lázaro (Editorial José Martí ,1993)
Poesía completa (Editorial Letras Cubanas, 1993)
Melancolía de otoño (Ediciones Hermanos Loynaz, 1997)
La voz del silencio (Editorial de Ciencias Sociales, 2000)
El áspero sendero (Ediciones Extramuros, 2001)

CATORCE poemas de Dulce María Loinaz

De VERSOS, Eternidad

«No quiero, si es posible,
que mi beneficio desaparezca,
sino que viva y dure toda la
vida de mi amigo.».

Séneca

En mi jardín hay rosas:
Yo no te quiero dar
las rosas que mañana...
mañana no tendrás.

En mi jardín hay pájaros
con canto de cristal:
No te los doy, que tienen
alas para volar...

En mi jardín hay abejas
labran fino panal:
¡Dulzura de un minuto...
no te la quiero dar!

Para ti lo infinito
o nada; lo inmortal
o esta muda tristeza
que no comprenderás...

La tristeza sin nombre
de no tener que dar
a quien lleva en la frente
algo de eternidad...

Deja, deja el jardín...
no toques el rosal:
Las cosas que se mueren
no se deben tocar.

De JUEGOS de AGUA, El remanso

Río cansado se acogió a la sombra
de los árboles dulces... de los árboles
serenos que no tienen que correr...
Y allí se quedó en gracia de recodo.

Ya está el remanso. Mínimas raíces
lo fijan a la orilla de su alma:
Reflejando las luces y las sombras,
se duermen con un sueño sin distancias...

Es mediodía: Por el cielo azul
una paloma pasa...
El río está tan quieto
que el gavilán, oculto entre las ramas,
no sabe ya por un instante
dónde tender el vuelo con la garra:
Si al fino pájaro del aire
o al pájaro, más fino aún, del agua...

De POEMAS ESCOGIDOS, Viajero

Yo soy como el viajero
que llega a un puerto y no lo espera nadie:
Soy el viajero tímido que pasa
entre abrazos ajenos y sonrisas
que no son para él...
Como el viajero solo
que se alza el cuello del abrigo
en el gran muelle frío...

De POEMAS ESCOGIDOS, Deseo

Que la vida no vaya más allá de tus brazos.
Que yo pueda caber con mi verso en tus brazos,
que tus brazos me ciñan entera y temblorosa
sin que afuera se queden ni mi sol ni mi sombra...
Que me sean tus brazos horizonte y camino,
camino breve y único horizonte de carne:
que la vida no vaya más allá... ¡Que la muerte
se parezca a esta muerte caliente de tus brazos!...

De POEMAS NÁUFRAGOS, Envidia

Alguien dijo: -Tuyo es el vino. Y yo miré las viñas rojas, moradas de racimos, con hojas delicadamente labradas. Eran las viñas que dijeron ser mías, y a su tiempo, cada uno bebió su copa bien colmada.

Alguno dijo de nuevo: -Tuyo es el camino. Y yo planté árboles a un lado y a otro. Y la sombra era ancha y hubimos todos sombra de mi mano.

Volvieron a decir: -Tuyo es el canto. Y la canción se fue por el camino, por el vino...

Y yo que me sabía pobre, de una pobreza sin nombre. Y triste, de una tristeza sin derechos, sin quejas y sin fin, rasgué mi ropa y les mostré mi herida.

Y aún les oí decir con los ojos turbios de envidia:
–¡Maravilloso rubí!

De BESTIARIUM, Lección octava

Vanessa io
Mariposa

Escalas
de alas
en las salas
del Museo.
El deseo
de un hombre feo
robó a las diosas
las preciosas
mariposas.
Oscura

De FINAS REDES, Yo quería tus ojos claros…

Yo quería tus ojos claros para prenderlos en mi pelo negro con un alfiler de oro.
Yo quería tus ojos claros para sembrarlos en mi jardín y recoger en la primavera próxima, una cosecha de estrellas.
Yo quería tus ojos claros para tirarlos y cogerlos en el aire como hacen los malabaristas del circo con sus bolas de cristal.
Pero tú te pusiste serio y me hablaste de algo seguramente muy triste, que yo no entendí bien.
Luego cayó la tarde y los dos elegimos el mar.

De MELANCOLÍA DE OTOÑO, Poema XLVI

Acariciaré el aire y sonreiré a la sombra, por si en la sombra me miras y en el aire me besas.

De MELANCOLÍA DE OTOÑO, Poema CXXXVI

Yo no soy yo; apenas la sombra de mí misma.

De MELANCOLÍA DE OTOÑO, Poema CLXII

Llévenme al agua, al agua clara que me limpie de sus ojos que me miran de no sé dónde, al agua que estoy buscando para que me lave en la carne y en el alma la quemadura de sus labios que no me tocaron, de su sed que no me alcanzó.

De POEMAS sin NOMBRE, Poema XXXVI

He de amoldarme a ti como el río a su cauce, como el mar a su playa, como la espada a su vaina.
He de correr en ti, he de cantar en ti, he de guardarme en ti ya para siempre.
Fuera de ti ha de sobrarme el mundo, como le sobra al río el aire, al mar la tierra, a la espada la mesa del convite.
Dentro de ti no ha de faltarme blandura de limo para mi corriente, perfil de viento para mis olas, ceñidura y reposo para mi acero.
Dentro de ti está todo; fuera de ti no hay nada.
Todo lo que eres tú está en su puesto; todo lo que no seas tú me ha de ser vano.
En ti quepo, estoy hecha a tu medida; pero si fuera en mí donde algo falta, me crezco... Si fuera en mí donde algo sobra, lo corto.

De POEMAS sin NOMBRE, Poema CI

La criatura de isla paréceme, no sé por qué, una criatura distinta. Más leve, más sutil, más sensitiva.
Si es flor, no la sujeta la raíz; si es pájaro, su cuerpo deja un hueco en el viento; si es niño, juega a veces con un petrel, con una nube.
La criatura de isla trasciende siempre al mar que la rodea y al que no la rodea. Va al mar, viene del mar y mares pequeñitos se amansan en su pecho, duermen a su calor como palomas.
Los ríos de la isla son más ligeros que los otros ríos. Las piedras de la isla parece que van a salir volando...
Ella es toda de aire y de agua fina. Un recuerdo de sal, de horizontes perdidos, la traspasa en cada ola, y una espuma de barco naufragado le ciñe la cintura, le estremece la yema de las alas...
Tierra Firme llamaban los antiguos a todo lo que no fuera isla. La isla es, pues, lo menos firme, lo menos tierra de la Tierra.

De EL ÁSPERO SENDERO, El áspero sendero

No penséis que en la vida hay una fuente
donde apagan los pobres soñadores
la sed de perfecciones y de amores,
que solo existen en ilusa mente.

Ni viváis esperando ingenuamente
hallar en vuestra senda frescas flores:
quema el alma con mágicos fulgores
de la quimera el sol resplandeciente!

¡Que la vida es un áspero sendero
donde al soplo fatal del hado fiero
el hombre, fatigado peregrino
luchando con inútiles empeños,
va dejando sus dichas y sus sueños
en las hirientes zarzas del camino...!

De LOS ÚLTIMOS DÍAS DE UNA CASA, Parte I: Estrofa final

No ha sido simplemente un trasiego de muebles.
Otras veces también se los llevaron
–nunca el piano, el espejo–,
pero era sólo por cambiar aquéllos
por otros más modernos y lujosos.
Ahora han sido todos arrasados
de sus huecos, los huecos donde algunos
habían echado ya raíces...
Y digo esto por lo que dolieron
los últimos tirones;
y por las manchas como sajaduras
que dejaron en suelo y en paredes.
Son manchas que persisten y afectan vagamente
las formas desaparecidas,
y me quedan igual que cicatrices
regadas por el cuerpo.
Todo esto es muy raro. Cae la noche
y yo empiezo a sentir no sé qué miedo:
miedo de este silencio, de esta calma,
de estos papeles viejos que la brisa
remueve vanamente en el jardín.

FIN de los poemas de Dulce María Loinaz

Xoán A. Leiceaga Baltar, Junio de 2013