Esta sección nació para disponer de un complemento a OBRA, más abierto y flexible, aunque apuntando siempre a «la poesía y lo poético», y concretando, a aspectos como su sentido, la valoración de calidad, la aproximación a otros poetas y a un amplio continuo de ideas, reflexiones y prácticas (recordatorios, homenajes, muestras de poetas —bastante, apenas o nada conocidos u olvidados—, poemas, frases o versos notables, entrevistas y ensayos sobre esta u otras manifestaciones artísticas, etc.). Se debe entender que, naturalmente, los conceptos de «poesía y poeta» son hermanos de «magia, arte» y de «mago, artista», y por ello tienen fraternal acogida en REFLEXIÓN.
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UNICA ZÜRN - Vida y poemas
(Berlín, Alemania,1916–1970)
Reflexión 2
Con la primera versión de Reflexión-2, procuré ser tímido —ineficaz el exceso— para no desorientar al improbable lector con lo inestable o brusco. Así, una buena temporada trabajé sobre entrevistas que llamaban mi atención, como la de Rojas y enseguida otros artistas; después me surge una euforia tranquila hacia el sublime poema-libro Descripción de la mentira del maestro Gamoneda. Decido pronto conservar lo mensual y así nace la creciente biblioteca que hoy supera el mes de meses y brota desde el botón Ir a reflexiones anteriores, situado al final de Reflexión.
Mediado 2012, creí que era el momento de otro camino, esta vez largo pues sigue la vía del abecedario, tal como apuntaba ya la Reflexión-1. Además, el corazoncito me venía reclamando una mayor dedicación a la mujer, la de melena poeta, para torcer el excesivo defecto secular y, a la vez, reconocer su valía en este campo de la creación. Y, naturalmente, servir de agradecimiento a mis lectoras, que asombrosamente insisten.
En julio de 2012 he iniciado como Reflexión-2, el ABECÉ de Mujeres Poetas, que de la A a la Z se completa este mes de diciembre de 2014 con Unica Zürn. En cada letra he elegido lo oportuno y recojido lo accesible, desde la preferencia teórica de elegir poetas en español, aunque algunas letras se resisten y, además, también tengo alguna devoción. La primera, Anna Ajmátova, y tras ella una extensa serie, que puede verse en Ir a reflexiones anteriores, hasta la final Unica Zürn.
Fuentes: Páginas varias de internet, entre ellas:
«http://es.wikipedia.org/wiki/Unica_Z%C3%BCrn/»
«http://palidofuego.wordpress.com/2011/03/02/...-unica-zurn.../»
http://begocallejon.blogspot.com.es/2010/11/unica-zurn-y-su-hombre-jazmin.html»
«www.poesiademujeres.com/2014/03/poema-de-unica-zurn.html»
«http://laluznoesnuestra.wordpress.com/2014/10/25/todos-los-amantes-de-unica-zurn-y-hans-bellmer/»
«http://florenciasmiths.blogspot.com.es/2011/07/fragmentos-de-unica-zurn.html»
Selección y comentarios: Xoán A. Leiceaga Baltar
Vida de Unica Zürn
Unica Zürn (Berlín,1916 – París, 1970), escritora y pintora alemana famosa por su poesía anagramática, nació en el seno de una familia acomodada. Comenzó su carrera como guionista para la compañía cinematográfica alemana UFA. Tras la guerra, sobrevive vendiendo sus relatos y novelas por entregas a periódicos alemanes y suizos. Se casó en los años de la guerra, tuvo dos hijos, se divorció y finalmente perdió la custodia de sus hijos. Fue compañera desde 1953 del pintor y escultor Hans Bellmer, y admirada por grandes artistas del surrealismo como H. Michaux, A. Breton, Man Ray, M. Duchamp o M. Ernst. A partir de 1957, debió ingresar varias veces en centros psiquiátricos por crisis de esquizofrenia; sus problemas mentales fueron aumentando, hasta que en 1970, se suicida arrojándose al vacío desde su casa en París.
.La fama de Unica se debe sobre todo a sus dos novelas póstumas El hombre jazmín (Der Mann in Jasmin) y Primavera sombría (Dunkler Frühling), en las que relata sus frecuentes estancias en el hospital psiquiátrico. También escribió varios relatos breves, recopilados en El trapecio del destino y otros cuentos. En esas pocas traducciones al español que existen, en 1986 de Seix Barral y más tarde de Editorial Siruela, se pueden leer párrafos como estos acerca de Zürn: "Hay autores a los que no leemos sin experimentar una profunda conmoción. Que, al leerlos, sentimos que también, de algún modo, nos escriben. Que en el mismo filo del cuchillo con que apuntalan su piel está la nuestra, dispuesta a ser atravesada… Durante su estancia en Wittenau, el primer psiquiátrico donde es ingresada por voluntad propia tras una detención de la policía, Unica Zürn descubre, al observar a las demás pacientes, el escaso valor de la experiencia compartida de la locura. Con esto cae la fascinación, tras la envoltura que hay más allá, que son los otros: «las ideas de los locos», sostendrá decepcionada, «se parecen todas»… Esta mujer, ignorada y excluida de la literatura hasta hace pocos años, finalmente decidió volar a los brazos de su hombre jazmín, alto, ojos azules, un ser imaginario al que siempre fue fiel; sus letras siguen intensas y nos ofrece una literatura cargada de magia, consigue trasformar sus experiencias en arte y nos las regala de la forma más contundente.”
Obra traducida al español
El Trapecio del destino y otros cuentos (Editorial Siruela, Madrid, 2004)
Primavera sombría (Editorial Siruela, Madrid, 2005)
El Hombre jazmín: impresiones de una enfermedad mental (Editorial Siruela, Madrid, 2006)
Poema, de Unica Zürn – I
Todo esto ya existió,
otros hablaron de ello.
Tú te acuestas con tu cuerpo
incendiado y fangoso,
esquivas el calambre
la mancha
los hilos encontrados,
mientras alguien muy cerca te engulle
cuida de ti
te cría
en el vacío,
mientras alguien dice a tu madre
cuál es tu verdadero nombre.
Lo que había ahí también era la vida,
otro de sus cantos remedados,
lo que había ahí en el ciclo del hierro
en la forja:
tu pulpa en manos del verdugo,
apenas un arco
entre lo material
y la hipótesis.
Qué sucedería si el deseo fuera cierto
y fecundo,
qué sucedería si tu boca fuera tragada por la suya,
se cerraría entonces
el colapso impar y roto del miedo
la extrañeza de quien ama solo
a los aparecidos.
Poema, de Unica Zürn – II
sombra sombra sombra
placa entre placas
desnivel
de mi hueso en la tierra
chirrido de las aves
santidad del verbo y de la pústula
santidad de las lenguas que se esconden
en mi lengua
yo que he guiado mis pasos
hacia el eje
yo
la escogida
a quien han hablado los cristales y las hojas
yo
la gran ensimismada
la que surca la materia espiral de un pensamiento
la que unge los espejos de rasguños
la que vivió una vida más alta
y murió una muerte más pura.
Todos los amantes de Unica Zürn y Hans Bellmer*
(*) Este poema, sobre U. Zürn y su compañero H. Bellmer, no es suyo,
está escrito por el poeta español Enrique Zamorano Rodríguez.
unica zürn no nació en 1916
unica zürn no soportaba bailar
todas las — gentes-cabeza-hueca
quieren bailar con ella
pero ella les escupe y se señala a sí misma con el dedo
llamando la atención de todos
y todo el mundo piensa que está loca
todos excepto hans bellmer
hans bellmer
era un apuesto caballero que nunca debió salir de la ciudad
“morirás de tristeza y olvido”
su corazón es una bomba de hidrógeno
alimentada con quinientos mil litros de vodka
escuchaban mahler y a veces parecían felices
solamente cuando parecían felices era cuando realmente eran felices
el resto del tiempo hans miraba los ojos de unica
y hablaban sin necesitar palabras
juntos redactaban incontables ensayos contra la sociedad
leían a Rimbaud con la misma voz
y creían en la extinción del reino animal
nunca se vieron en la tesitura del suicidio
hasta que llegó su muerte
pero a veces sufrían de temblores nocturnos
y nunca nunca nunca
se decían la verdad el uno al otro
porque la verdad es ese hijo deforme
que espera una eternidad ser concebido
hans aplastó
todas las flores del jardín de unica
hans y unica
veían las hojas y la oscuridad caer en los parques
y como colofón a su desgracia
murieron enterrados junto con todas sus crueldades
se dieron cuenta
de que el tiempo no es más que un ganso que recita en el balcón
mientras suena la alarma que avisa
de que están fuera del espacio-tiempo
cuando sus dos labios se encuentran
en el mundo que ellos han creado
que ellos han inventado
que ellos han dibujado con tiza y cigarrillos
y repiten la palabra “casa” “casa” “casa”
“tú eres mi casa”
“mi casa eres tú”
pero la casa solo era
ese edificio abandonado de luces que parpadean
y se apagan
y allí pasaban las noches:
columpiándose
enfrentándose a la tormenta
mirando el vacío
viendo crecer hijos de la nada
solo conocidos
siempre encontrados
nunca en el cielo impactó un cohete
algunas cosas duran mucho tiempo
algunas pasiones viven mucho tiempo
ninguna muerte dura más de cinco minutos.
Fragmentos de Madame Lamort
Resisto
Resisto. Tengo una herida.
Desempeño un trabajo.
Soy el centro de una atrocidad.
Saca del armario
Saca del armario un pijama más bonito y se lo pone. Se mira al espejo por última vez. Imagina el golpe que su cuerpo dará en el suelo y las manchas de tierra y de sangre que habrá en el pijama. En el cementerio reinará un silencio de muerte y la gente se mirará con ojos de culpabilidad: ¿No sabéis que aquí hay una niña que se mató por amor? Y en adelante los padres serán menos severos y más cariñosos con sus hijos, para que no les ocurra lo mismo. Y piensa también en el duro y estrecho ataúd, en el que no podrá estirar los brazos y las piernas como hace en su cama blanda. Estará rígida como un soldado. ¿Y si no se mata al caer y la salvan?
Ya está casi oscuro
Ya está casi oscuro en la habitación. Sólo llega a la ventana el resplandor de una farola de la calle. Ya le es indiferente morir "en suelo extraño" o en su jardín. Se sube al alféizar, se sujeta con fuerza a la cuerda de la persiana y ve su oscura silueta en el espejo. Le parece encantadora y empieza a sentir compasión de sí misma. «Se acabó», dice en voz baja, y antes de que sus pies se separen del alféizar, ya se siente muerta. Cae de cabeza y se desnuca. Su cuerpecito queda extrañamente doblado sobre la hierba. El primero que la encuentra es el perro. El animal mete la cabeza entre las piernas de la niña y empieza a lamer. En vista de que no se mueve, se tiende a su lado llorando suavemente.
Qué suerte estar antes
“¡Qué suerte estar antes del principio! Nada puede pasarnos porque no podemos chocar con nosotros mismos. Cuando la abandonan un millón de glóbulos rojos, cuando su cuerpo se cubre de innumerables manchas rojas de alegría, escribe en el manuscrito de una anémica: «Alguien me recorre en un viaje a través de mi ser. Desde esta perspectiva, se cierra el círculo. Él me recorre por dentro y me rodea desde afuera —esta es mi nueva situación—. Y me gusta».
Cielo azul de mediodía
Cielo azul de mediodía en primavera, ¿cuántas veces te has oscurecido de pronto, cuando llega el vahído, la súbita desintegración de lo que uno llama su seguridad? Por lo menos una vez y me estremezco al pensarlo. Yo he visto con espantosa nitidez esta repentina negrura. Y es que no todo el que es aniquilado mira al cielo.
La primera luz
La primera luz del amanecer entraba en el taller de sastrería por las ventanas sin cortinas. Los maniquíes parecían negros bultos sin forma. La señorita Milli se sorprendió al encontrarse echada en el sofá sin el vestido. Al ir a extender la mano hacia la prenda, se asustó: no tenía brazos.
Fragmentos de Primavera sombría
Sufre en silencio
Sufre en silencio, perdida en ensoñaciones masoquistas en las que no caben pensamientos de venganza ni desquite. El dolor y el sufrimiento le causan placer.
La vida, sin la desgracia, es insoportable. Para poder soportar la vida, no tiene más remedio que refugiarse con todo su afán en la fantasía.
Todas las niñas
Todas las niñas esperan eso. Ella no. Si él le diera un beso, se habría acabado el juego. Ella desea vivir siempre en la espera. Con el beso terminaría todo ¿Qué puede venir después? Al segundo beso, todo se hace costumbre. Ella se pone de pie y se va sollozando.
Él la ve alejarse desconsolada. No, no puede comprender a una muchacha como ella.
FIN de los poemas de Unica Zürn
Xoán A. Leiceaga Baltar, Diciembre de 2014